Como si asistiésemos a la Maestranza de Sevilla, El homenaje brindado a José Manuel Obiol, en la noche del pasado viernes 5, en el “Local 81” de la calle España, regentado por los hermanos Servando y Sergio Cárdenas, relacionado con el mundo carnavalesco, rayó a la mayor altura de cuantos se han celebrado en nuestra ciudad; de manera que cuantos actuaron salieron a hombros como los buenos toreros.
El acto estuvo organizado por Antonio Salas, “el caja”, que preside la peña carnavalesca, con sede en el “Local 81”. Y a quien hemos de felicitar por el éxito conseguido.
Atestado de público que no quiso perderse este acontecimiento, el propio homenajeado, todos sus familiares, y cuantos tuvimos el privilegio de estar presentes, quedamos prendados y sorprendidos de cuanto fue desfilando ante nuestros ojos y oídos.
Sin duda alguna, el personaje central merecía ese homenaje, por muchas razones. El reciente episodio de su salud, que ha quedado un tanto maltrecha y su enorme vinculación de toda su vida al mundo del carnaval, de sobra conocida para todos los isleños, sirvió de aldabonazo para que, a una sola voz, todos respondieran para estar con él. Su calidad humana, plena de humildad y sencillez, poseen ese tesoro que solo podemos apreciar en aquellos que tienen un corazón que no les cabe en el cuerpo. Su simpatía y buen trato, no tiene parangón. De ahí que no nos extrañara el cariño, la devoción y la admiración que salieron de todos cuantos quisieron arroparle en una noche inolvidable; que en momentos arrancaron profundas lágrimas de sus ojos. La emoción, fundida con su alegría, en su rostro fracturado por su reciente enfermedad, dejaba más acusado aun su mueca, entre risueña y complaciente. José Manuel gozó como no soñaba nunca. Su esposa, su hija, sus hermanas y sus sobrinas, compartían una jornada, para el mejor de los recuerdos.
De la presentación del acto estuvo encargado, uno de los que más saben del carnaval de Isla Cristina, Miguel Gómez, Miguelín, que mostró la impronta de su magisterio.
La murga, espacio donde José Manuel se desenvolvió toda su vida, quedaba abrazada con todo el cariño del mundo, en las músicas y letras de cuantos quisieron ser partícipes de una noche de gala. Porque una gala fueron todas las intervenciones de los que cantaron. Y lo hicieron desde las murgas “Los sapos”, que dirige el “Fae”; “Las monjas” dirigida por “Tumbi”; así como la murga de Juan Columé, quien con sus compañeros veteranos, entraron con su pase de viejas letras con sus voces de impecable gusto y armonía. Intervino también en solitario, con su guitarra, José María Rivero Lagarejo, que le brindó un pasodoble con ese estilo y gusto de tan gran maestro de nuestro carnaval.
¡Qué noche antológica más maravillosa del mundillo carnavalesco isleño!
¡Cómo se asociaron en una misma sangre, en un mismo sentimiento, todo el sentir de Isla Cristina en su vena de canto y poesía de esa gesta que componen la fiesta del Carnaval!
Por parte del Ayuntamiento, la concejala de cultura, Isabel López, ofreció el libro de oro del carnaval, para que el propio José Manuel, dejara estampada la suya propia, para grandeza de la fiesta lúdica y reina de esta ciudad. Pergaminos y coplas enmarcadas, fueron también otros de los muchos recuerdos. Así como una que le hicieron entrega Antonio Salas y los veteranos, donde aparece, junto a una figura, un texto donde se puede leer: “A Obiol, por enseñarnos un día su lección más sabia: “saber perder”. (5.6.15)
Personalmente, salvo el homenaje realizado en la persona de Manuel Carrasco, con motivo de su nombramiento como “Pito de Caña” 2015, que fue también colosal, el de José Manuel Obiol Macías, no quedó detrás. Pues el “Local 81” fue insuficiente para poder albergar a tanto público. Pero sí hay que destacar que cuando Isla Cristina se lo propone, en un pis-pás, monta un espectáculo que no hay quien lo supere. Por fin “La Higuerita marinera” ponía el broche final, la salida a hombros de la Maestranza isleña, de un gran homenaje del mundo del carnaval a un gran hombre.
Desde la Higuerita nos sumamos a ese tan merecido homenaje a la figura de un hombre ejemplar y de su carnaval.
La noche de gloria la hacen los grandes hombres. Enhorabuena a los que escribieron esta página en honor de José Manuel Obiol.
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