Lo he titulado Enhorabuena, Rafa, pero intuyo que nuestro amigo y director, como hay confianza, algo va a cambiar para desviar la dedicatoria o alguna frase de cariño que le dedique. No sé si me equivocaré, pero lo intuyo. Y decir enhorabuena Rafa, es decir enhorabuena a “La Higuerita” y a quienes a lo largo de los años, ya pisando el centenario, hemos querido seguir las huellas de su fundador Juan Bautista Rubio Zamorano.
Quien un feliz día 13 de Febrero de 1915, iniciara una labor tan inmensa y laboriosa como acometer la tarea de fundar un periódico que hoy día sigue siendo el más antiguo de nuestra provincia que ha salido puntual semana tras semana en un principio, y luego quincena tras quincena. Como las cosas las contamos cuando ya han pasado, parece que ha sido como unos buenos días, o un vaya usted con Dios.
Y resulta que no es así. Como nada es imposible, tampoco las cosas son tan fáciles como parecen. Estas han de hacerse. Requieren constancia, esfuerzo, sacrificio, amor; sí, amor. Pues este es el meollo de toda obra, que para consumarla, es imprescindible ponerle el enamoramiento, que culmina en amor; y según este, así será su fortaleza.
La noche de este uno de agosto quedará en los anales de los más preciosos regalos. El Teatro Municipal “Horacio Noguera”, llenó de manera absoluta su patio de butacas, rezumando isleñismo por los cuatro costados. No era para menos; ese vaso comunicante que es nuestro muy entrañable periódico, no merecía otra respuesta. El eco de sus páginas, cuando las pasamos, sin dejar letra por leer, ni fotografía por contemplar, ha vuelto a hacer de mensajero para dar un toque de llamada y convocar a los hijos de esta ya ciudad para compartir el primer momento de celebración del centenario con un extraordinario concierto “a cargo de dos nombres insignes y sonoros en el campo de nuestro entorno musical, Aurelio y José Alfonso Jara, padre e hijo y de los componentes de las corales que dirigen”, (En palabras escritas por Rafael López Ortega en su ofrecimiento del concierto en el programa del acto), cuya portada es una preciosa creación del prestigioso pintor isleño Matías Sánchez.
El acto dio comienzo con el saludo agradecido de nuestro director, a las autoridades locales, y a todos los asistentes. Advirtiendo con gozo la muy amplia asistencia al encuentro musical.
El concierto dio comienzo con el coro de Voces Blancas Ciudad de Isla Cristina, que interpretó tres obras. Siguió la Coral Juvenil Isaac Cueto, con un repertorio de cuatro piezas.
Y por último intervino la Coral Polifónica Padre J. Mirabent, que a su vez, interpretaron cinco piezas. Posteriormente, y para finalizar el concierto, las tres corales conjuntamente estrenaron el Himno a Isla Cristina, escrito el verano de 1923 por Julián R. del Villar para el Batallón Infantil, auspiciado por el entonces alcalde Román Pérez Romeu, en el año de 1921. El himno ha sido armonizado con la creación de su música por el profesor Aurelio Jara Rodríguez. Todas las intervenciones fueron muy cálidamente aplaudidas. No en vano las corales rayaron a gran altura, volviendo a dejar el buen sabor de sus voces.
Nuestro historiador, Agustín Ponce Figüereo ofreció una síntesis de detalles históricos, acompañado de imágenes de aquel Batallón Infantil como movimiento cultural que impactó en la Isla Cristina de los años veinte.
De nuevo felicitamos a Rafael López Ortega por la organización del concierto y por haber cumplido su promesa cuando en 1985 tomó el relevo en el timón de esta prodigiosa nave conocida por medio mundo y más desde que se iniciara su válida página digital, de llevarla a buen puerto. No sé si los isleños, naturales o adoptivos sabremos comprender algún día la ingente obra que supone editar un periódico en la época que vivimos. Particularmente, yo si lo comprendo. Y muy particularmente se lo agradezco de corazón. Por eso en la noche del viernes disfruté al ver a Rafa y Encarnita gozando de lo bien que resultó y de las felicitaciones recibidas en el teatro “Horacio Noguera”.
Un abrazo, nuevamente, para los dos.
Nota del editor:
Como el querido amigo y colaborador Paco Chávez intuye, por la mutua confianza, algo, poco, hemos suprimido o “corregido” de su cariñoso texto, pero sabrá comprenderlo. Su afecto le desborda y donde debe ver mis defectos los transforma en virtudes, que no son tales. El éxito ha sido de todos, del público, del periódico y de quienes lo protegen, de las corales con sus directores, de Agustín P.Figuereo y de cuantos de una u otra forma han participado o han ayudado para su realización. Mi gratitud a todos. Así, pasito a pasito, nos acercamos al centenario.
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