Isla Cristina vuelve a destacar por su singularidad, en este caso, en negativo en el cuidado de especies emblemáticas.
La Junta de Andalucía ha dado a conocer los resultados del año 2016 del programa de reintroducción del Águila pescadora. Los resultados son muy esperanzadores y bastantes pollos han echado a volar en estos días o están a punto de hacerlo. La pareja asentada en Isla Cristina ha fracasado en su cría.
Se desconocen las causas concretas que han motivado el fiasco. Posibles molestias de las numerosas personas que transitan por la zona parece lo más probable, pero como el nido no ha podido tener un seguimiento específico por parte de especialistas, nunca sabremos lo que ha ocurrido y por tanto tampoco se podrán diseñar medidas correctoras para próximos años.
En resumen, un fracaso que viene a sumarse al saco de agentes negativos que impactan en nuestro paraje natural: vertidos, basuras, sobre explotación, colmatación, expolios,…,
Levantemos la vista: hemos suspendido en nuestra gestión de nuestro espacio natural, quizás lo más valioso que podamos ofrecerles a las generaciones futuras.
No hace falta que el dedo acusador mire hacia la Junta de Andalucía, hacia los ayuntamientos, hacia los maleducados, hacia los incívicos, hacia nadie. El fracaso es colectivo porque todos tenemos nuestra parte de responsabilidad.
Es cierto que es una irresponsabilidad flagrante que la Junta de Andalucía gaste miles de euros en un programa de reintroducción y no cuide los pasos finales, aún a sabiendas que es imprescindible asignar recursos al seguimiento de las parejas o a la concienciación ambiental. Es cierto que es una irresponsabilidad que los ayuntamientos no exijan medidas de coordinación con los equipos de la junta. Es una irresponsabilidad exprimir la marisma. Pero también es una irresponsabilidad nuestra desidia, nuestra parsimonia, nuestra atonía ante lo que nos hacen.
Lo de las pescadoras se suma a que este año aún no tenemos certeza de si tendremos nueva generación de cigüeñas en Isla Cristina. La asociación isleña ADECA viene denunciando desde hace meses la inoperancia y la dejadez ante un ave que después ponemos en todos nuestros panfletos turísticos y por la que no hacemos nada, al contrario.
Y lo de las pescadoras y cigüeñas viene a unirse al declive en las poblaciones de decenas de aves, plantas, invertebrados, moluscos, crustáceos, peces,….
Después se nos abrirán las carnes cuando alguien diga que quiere sacar el espacio del privilegio que supone estar en la RENPA y por tanto en la RED NATURA 2000. Ahora parecemos no valorarlo
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